Por A.A. Museo Municipal de Arte Juan Carlos Castagnino- Villa Ortiz Basualdo.
La Villa
Esta residencia veraniega constituye uno de los últimos testimonios de la arquitectura pintoresquista de principios del siglo XX en Mar del Plata. Lleva el nombre de la familia propietaria, los Ortiz Basualdo, originaria de la Capital Federal, que la habitaba cada verano entre 1910 y 1970.
Su recorrido evoca los usos y costumbres de los primeros veraneantes, en la exposición permanente del primer piso.
Arquitectura
El edificio fue proyectado en 1909 por los arquitectos Luis Dubois y Pablo Pater y construido por Leandro Bianchini, siguiendo las corrientes estilísticas inspiradas en los castillos de Loire (Francia). Se destacaba como una de las construcciones más importantes de la loma Stella Maris en la avenida Colón.
En 1919 se encaró una ampliación y remodelación a cargo del arquitecto G. Camus y del constructor Alula Baldassarini, aumentando considerablemente la cantidad de ambientes y variando el estilo “manoir francés” hacia el “anglonormando”.
La irregularidad volumétrica lograda, los diseños geométricos de “pan de bois” para la fachada y los techos de tejas de zinc con cresterías y pináculos, le otorgaron un mayor efecto pintoresco y la jerarquización entre las distintas casonas del lugar.
Valor patrimonial
La relevancia de los diversos profesionales que actuaron en esta Villa, así como el hecho de configurar una muestra del marco arquitectónico de la vida y
las costumbres en los orígenes del balneario marplatense, le otorgan un alto grado de interés cultural.
La Municipalidad se ha hecho cargo de su tenencia y salvaguarda en el año 1980 y forma parte del listado de
bienes de interés patrimonial protegido por la Ordenanza 10075/95.
Diseño y equipamiento interior
En el primer piso se exhibe una selección del mobiliario y equipamiento original de la residencia en distintos ambientes: el oratorio, las salas de música y de lectura, el comedor principal, el comedor de niños, el office para mozos, tres dormitorios, un hall central con balcón para músicos, un toilette y ascensor.
El mobiliario (de roble) y equipamiento (carpintería, vitrales, luminarias, telas pintadas, cerámicas) fue diseñado por encargo de los Ortiz Basualdo, al arquitecto Gustave Serrurier y realizado en los talleres de su empresa, Serrurier-Bovy, en Lieja (Bélgica).
El estilo corresponde al “art-nouveau”, secesión vienesa, del cual este diseñador fue un exquisito exponente.
Otros estilos representados son: el neogótico (hall de planta baja, escalera de acceso al primer piso y oratorio) y el francés (sala de música), que corresponden a la remodelación de 1919. Originariamente, en la planta baja estaban distribuidas las dependencias de servicio (cocina, comedor de empleados y cuartos de labores domésticas), en el primer piso los ambientes de estar y reunión, en el segundo y tercero se ubicaban los dormitorios y baños, y en el cuarto nivel (ático) habitaciones para el personal y depósitos.
La escalera principal conecta los pisos que utilizaba la familia y sus invitados. La escalera auxiliar, que llega hasta el ático y los entrepisos era usada por el personal. En el sector posterior del edificio e integrado a éste en el primer piso, se observa la vivienda que alojara a los caseros (dos plantas) con salida independiente.
El parque llegaba hasta la esquina de Viamonte y contaba con un sector de canchas de tenis.
Esta residencia veraniega constituye uno de los últimos testimonios de la arquitectura pintoresquista de principios del siglo XX en Mar del Plata. Lleva el nombre de la familia propietaria, los Ortiz Basualdo, originaria de la Capital Federal, que la habitaba cada verano entre 1910 y 1970.
Su recorrido evoca los usos y costumbres de los primeros veraneantes, en la exposición permanente del primer piso.
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